La Sala Argentadel Palacio de Festivales de Cantabria se llenó ayer, con la presencia de más de 1.600 personas, para homenajear al más insigne de los navegantes de nuestra tierra, el santanderino Vital Alsar.
En el transcurso del acto el presidente del Gobierno, Ignacio Diego, ensalzó su figura y destacó su trayectoria vital, así como su capacidad para “ennoblecer en término navegante”. Asimismo, el jefe del Ejecutivo regional alabó su contribución a la hora de “abrir caminos y trazar las vías necesarias para que lo tengamos más fácil a la hora de seguirle”.
Diego aseguró que esta gala-homenaje nacía de la voluntad de todos los cántabros por mostrar “el orgullo y el cariño” hacia una persona que sentimos como “referente” y qué mejor homenaje que “recordando nuestras raíces”, apuntó.
Por último, ha hecho alusión a una de las más destacadas expediciones del navegante a bordo del velero ‘Zanma’, que bajo el lema ‘La paz, la mar y los niños’, constituyó un gran ejemplo de hermanamiento de la cultura griega y maya.
Alsar agradeció la presencia de todas aquellas personas presentes, incluidas todas aquellas que habían venido desde Hispanoamérica para sumarse al tributo, e hizo un breve repaso de las personas que más habían marcado su trayectoria viajera y personal.
Al acto asistieron numerosas personalidades entre las que se encontraban la consejera de Presidencia y Justicia, Leticia Díaz, el padre Ángel de la institución benéfica ‘Mensajeros de la Paz”, el presidente del Ateneo, Manuel Ángel Castañeda y el periodista, Juan Antonio Prieto.
Homenaje musical
El Gobierno de Cantabria y un grupo de amigos han preparado, durante los últimos días, todos los detalles para que esta gala resultase un éxito.
El homenaje tuvo un marcado acento musical, ya que los organizadores quisieron que Vital disfrutase de una de sus pasiones: las canciones marineras de su tierra. Corales del prestigio de La Salvé de Laredo, Brumas Norteñas de Comillas, Amigos del Mar del Barrio Pesquero, La Esperanza de Requejo o Los Avellanos de Torrelavega, junto a grupos laureados como Los Carabelas o el Grupo de Danzas Nuestra Señora de Covadonga, y solistas como Chema Puente, Nando Agüeros y Julián Revuelta “El Malvís”, completaron un programa de gran atractivo, que sirvió para enmarcar las intervenciones de amigos y compañeros de Vital Alsar, que se sucedieron en el escenario entre canción y canción.
Vital Alsar asistió a este acto acompañado de su esposa Denise y de sus familiares santanderinos, y recibió como sorpresa la presencia de uno de los tripulantes de sus primeros viajes, con quién hacía 40 años que no se veía, para sumarse a este merecido homenaje que le tributan sus paisanos de Cantabria.
La Galacomenzó con la proyección de un cortometraje titulado ‘Las expediciones de Vital Alsar’, en riguroso estreno ayer en Santander, y que forma parte de un gran largometraje que está preparando Francisco Bernal sobre la vida y los viajes de nuestro ilustre marino. Este largometraje se estrenará a finales del próximo año y algunas de sus secuencias se están grabando estos días en Santander.
Tras la interpretación de las canciones marineras el jefe del Ejecutivo regional le hizo entrega de un recuerdo conmemorativo, una litografía, obra del pintor cántabro Pedro Sobrado que representa un velero. El acto finalizó con la interpretación del Himno de Cantabria, a cargo de todos los coros e intérpretes, y del público que llenó la Sala Argenta.
Las 6 expediciones de Vital Alsar
Vital Alsar ha protagonizado seis expediciones que le han permitido recorrer gran parte del mundo a través de su pasión, la mar, y con un ambicioso objetivo, que ha sido su misión: llevar un mensaje de paz. Por eso, en estas expediciones, el navegante santanderino jamás ha aceptado entre sus patrocinadores a firmas que representaran sexo, alcohol o tabaco.
La primera expedición de Vital fue ‘La Pacífica’, una balsa que naufragó en aguas próximas a las islas Galápagos, tras cinco meses de navegación, en 1966. Ese fracaso no frenó lo que debía ser su misión en este mundo y cuatro años más tarde, a bordo de ‘La Balsa’, culminó con éxito su travesía entre Guayaquil (Ecuador) y Mooloolaba (Australia), estableciendo el récord de navegación más larga a bordo de una balsa. Durante los últimos 25 días de travesía, Vital y sus compañeros sobreviven bebiendo agua de mar.
En 1973, repite la experiencia, pero con tres embarcaciones, en una nueva expedición ‘Las Balsas’, que parte de Guayaquil y concluye en Ballina (Australia), tras 179 días de navegación. Tan sólo cuatro años más tarde, inicia su cuarta expedición ‘En la Estela de Orellana’, emulando al extremeño que había descubierto el río Amazonas, cuatro siglos antes. Vital y sus hombres recorren 800 kilómetros, atravesando los Andes, llegan al nacimiento de gran río y allí construyen tres galeones con los que descienden por sus aguas hasta Belén do Pará (Brasil). Un año después, tras numerosas dificultades llegan a Santander.
