Columna escrita por Fernando Uría
Algunos piensan que las elecciones son una lotería, pero no es así. Hay que descartar el componente de la suerte cuando se concurre a unos comicios. Los resultados tienen más que ver con los compromisos cumplidos, con la responsabilidad de llevar adelante las promesas electorales y con la capacidad de trabajar por el bienestar de los ciudadanos.
Las circunstancias han provocado que este año elecciones y lotería hayan ido casi de la mano y nos ha tocado vivir las elecciones generales el 20 D y el sorteo especial de navidad el 22 D y en ambos casos, a la vista de los resultados, con escasa incidencia en Torrelavega. Lo digo porque la campaña electoral pasó de “puntillas” por nuestra ciudad y la noche de recuento de votos apenas dejó cuatro comentarios y valoraciones. En cuanto a la lotería mejor pasar página y confiar en nuevas citas con los bombos de la suerte.
Pero fijemos por un momento nuestra atención en el resultado de las generales. Cuando escribo estas líneas sabemos quién y cómo ganó las elecciones, conocemos cuál es el equilibrio de fuerzas de las cuatro formaciones más votadas (PP, PSOE, PODEMOS Y CIUDADANOS) pero nada sabemos de lo que ocurrirá en fechas próximas y quién será elegido presidente de la nación.
Y este dato si que es muy importante, no solo para el conjunto de nuestro país sino para Cantabria y Torrelavega donde, no lo olvidemos, tenemos gobiernos regionalistas-socialistas. Si el presidente es Rajoy automáticamente el peso político de Eva Díaz Tezanos en el gobierno autonómico bajará muchos enteros. Revilla perderá una “palanca” en Madrid y deberá dialogar con el PP. Los socialistas se convertirán en compañeros de viaje incómodos. Si quien se sienta en el sillón presidencial es Sánchez, ocurrirá todo lo contrario.