El Ayuntamiento de Santander ha declarado en estado de ruina inminente el número 63 de la calle Aviche, en Monte, y ha ordenado su derribo, puesto que, según constatan los informes técnicos, su deterioro es de tal envergadura que se considera inviable que se pueda proceder a su recuperación. El concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, ha explicado que se trata de una edificación de dos plantas y buhardilla en situación medianera, de tipología unifamiliar tradicional con cuadra, a base de muros de carga de mampostería, estructura de madera y cubierta de teja árabe sobre ripia.
El inmueble presenta un mal estado generalizado y se encuentra en una situación de riesgo inminente de nuevos derrumbes.
Tal como reflejan los informes técnicos, se ha comprobado que la edificación ha sufrido varios derrumbes interiores y de cubierta.
Díaz ha indicado que la situación de ruina inminente se deriva del agotamiento generalizado que presenta la estructura de cubierta del edificio y ha informado de que se ordena su derribo, por parte de la propiedad, en un plazo de 15 días.
Para ello, la propiedad deberá aportar proyecto y dirección técnica visada por un profesional competente y tendrá también que determinar las pautas a seguir para que, en la ejecución de los trabajos, se preste especial cuidado de no dañar los inmuebles colindantes.
“El Ayuntamiento de Santander sigue velando por la conservación y el mantenimiento en buen estado de los edificios de la ciudad, con ayudas y acciones que van encaminadas a favorecer la reparación de los mismos y, paralelamente, eliminar los riesgos de aquellos inmuebles en estado ruinoso”, ha subrayado Díaz.
En este sentido, ha apuntado que se otorgan ayudas para la rehabilitación de fachadas de edificios catalogados, que se complementan con otras medidas impulsadas desde el Consistorio santanderino, entre ellas, los beneficios fiscales para aquellas comunidades de vecinos que quieran realizar este tipo de obras.
“Además de ayudas económicas, el Ayuntamiento de Santander ofrece a los vecinos la posibilidad de acogerse a distintas bonificaciones fiscales como la exención del pago de la tasa por licencia de obras o la reducción del impuesto sobre construcciones en un 75 por ciento, todo ello, con el objetivo de mejorar el patrimonio edificado de la ciudad”, ha señalado.
Asimismo, ha valorado que, con las subvenciones para la instalación de ascensores, se mejoran la accesibilidad y las condiciones de habitabilidad de los edificios en el municipio, lo que conlleva notables beneficios para todos los residentes, y especialmente para las personas con discapacidad, las personas mayores y quienes tienen dificultades de movilidad.