El Gobierno, en su afán de intervenirlo todo, ahora quiere presentar lo que se denomina nuevo Estatuto Marco de la Sanidad. Con todos los problemas que tiene nuestro sistema asistencial, como falta de personal y recursos, sueldos a revisar, jornadas laborales razonables, no digamos las listas de espera, o el aumento de agresiones al personal sanitario en su conjunto, el Ministerio de Sanidad solo se centra en los médicos, pero para perjudicarles. Me hago eco de un comunicado de la Confederación Española de Sindicatos Médicos, que muestra total decepción ante semejante proyecto, y su valoración, absolutamente entendible, no puede ser más tajante: «Parece que el Ministerio está empeñado en destruir la sanidad pública». Evidentemente, los pacientes no podemos quedarnos de brazos cruzados ante lo mejor que tiene nuestro Estado de Bienestar, con la sanidad y la educación a la cabeza. Básicamente, este Estatuto Marco exige más, sin ofrecer contraprestaciones a los trabajadores, que a fin de cuentas es lo que son los médicos dentro del Sistema Nacional de Salud. En la España actual se pretende cambiar muchas cosas, pero siempre de manera unilateral, sin escuchar a la otra parte. El borrador de este estatuto crea desconfianza porque “podría favorecer la implantación de modalidades abusivas de jornada laboral, a criterio solo de la Administración”. Si quisieran escuchar, de verdad, a los médicos y sus problemas reales, tendrían muy en cuenta el estudio que acaba de presentar la Organización Médica Colegial (OMC). Sus conclusiones no pueden ser más preocupantes. Dos de cada tres médicos de atención primaria se sienten desprotegidos y poco respaldados por las administraciones sanitarias. En esta muestra han participado 1.784 facultativos. Y dejan muy claro su sentir: insatisfacción generalizada y abandono institucional por parte de las autonomías, con el Ministerio de Sanidad a la cabeza, ya que diseña la política sanitaria nacional, que ahora pretende empeorar mediante este nuevo Estatuto Marco. Mientras solo se piensa en aumentar sus largas jornadas semanales, las quejas de los médicos son las que yo les comentaba al principio: falta de reconocimiento, problemas de seguridad, malas condiciones laborales e insuficiencia de medios y de inversión. Quien ha redactado este Estatuto saca suspenso por sus erróneas apreciaciones, de ahí que merezca ser retirado.
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