Emigrar es emigrar y no haría falta agrandar términos cobijados en un plan oficial para recuperar el talento cántabro que trabaja en otros lugares del mundo. Cuando uno se marcha de la tierra donde nació, generalmente es por falta de oportunidades labores. Ha sido siempre así, y el panorama no ha cambiado pese a estar en el siglo XXI. Es más, en la medida que cada vez somos más los pobladores del planeta, el trabajo escaseará y se buscará allá donde surja.
Apostaría a que en todas las comunidades autónomas españolas se ha dado similar proyecto de ayudas económicas de las Administraciones, destinadas a que jóvenes que viven y trabajan en otros países se planteen lo de volver para rehacer aquí su vida. Se ha dado el caso también en Cantabria. Los poquitos trabajadores cántabros que optan por el regreso, llevan esperando desde 2022 a que administrativamente se resuelvan sus casos. Resulta igualmente decepcionante que para semejante pretensión se dediquen poco más de 19.000 euros, lo que sitúa en el plano irreal que alguien siquiera piense en dejar un buen trabajo y sueldo en Alemania, Francia, Reino Unido o Brasil, y cambiar todo ello por un futuro incierto, al poco de regresar a España. En nuestro país se ha asentado la mala costumbre de generar noticias sin contenido. Se acuerdan cuestiones absurdas que no se cumplirán, y además tampoco los medios de comunicación fiscalizan informativamente el cumplimento de planes irrealizables. La historia de promesas incumplidas lo mismo afecta a miles de puestos de trabajo no creados, viviendas asequibles no construidas, o dar altas cifras de emigrantes que quieres que regresen, cuando finalmente (caso de Cantabria) son una veintena los que terminan reinstalándose en su lugar de origen. Mentar en todo esto al talento es frívolo. Un investigador que se precie aspira a trabajar en el mejor laboratorio posible, se encuentre en Estados Unidos, Rusia o la India. Los cántabros de mayor éxito en el exterior han sido fichados y bien pagados por las mejores compañías del mundo, inexistentes en la región de donde un día salieron en busca de buenas oportunidades. Por eso se fueron y por eso no regresan.